Tres
años después, España regresaba al mismo escenario donde consiguió levantar su
tercera ensaladera europea, en una de las mayores exhibiciones que se la
recuerdan de su pasado más reciente. Y del no tan reciente. Aquel 4-0 frente a
Italia, el último gran título conseguido por el combinado español más exitoso
del recuerdo, consagró a los de Vicente del Bosque como el único combinado
nacional capaz de levantar Eurocopa-Mundial-Eurocopa de forma consecutiva. La
clasificación asegurada, el tiempo, los calendarios y los
diversos percances en forma de lesiones, propiciaron que España volviese al
Olímpico de Kiev con Cesc Fàbregas como único superviviente, del once titular.
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De Gea y Thiago celebran el título europeo Sub-21 (año 2013). Foto: tribunnews.com |
Pero no solo con respecto al partido de 2012, sino también al del pasado viernes frente a Luxemburgo, en la noche de sus 100 internacionalidades, Cesc fue el único futbolista que repitió titularidad. Sobre el papel, España volvió a dibujar un 4-3-3. Aunque a diferencia de otras ocasiones, hasta tres fueron los futbolistas que debutaban en partido oficial: Mario Gaspar, Xabier Etxeita y Mikel San José. Por su parte, Ucrania saltó al césped envuelta en una nube de optimismo. El ambiente tan pasional que respiraban las gradas y la necesidad de rescatar tan solo un punto, ante una España ya clasificada y, por tanto, plagada de rotaciones, invitaban a soñar con una clasificación directa. No obstante, ninguna de las 70.000 almas que se concentraron en el Olímpico, incluyendo la del propio Fomenko, pudieron imaginar que, a ocho meses de la gran cita, David de Gea y Thiago Alcántara irrumpiesen con suma fuerza en el casting de los no tan protagonistas.
En
numerosos tramos del tiempo, por no decir al completo, el encuentro fue una
constante ida y vuelta sobre las dos porterías. España, que formó desde un
primer momento con San José como pivote y Thiago y Cesc como interiores, consiguió
encontrar peligro en cada acción que supusiese un regate, o un simple giro, de
un muy fino Nolito. El futbolista del Celta de Vigo, no solo recibía pegado a
banda izquierda, sino que también lo hacía por dentro. Asociándose con Isco. El
malagueño, en un rol parecido al del Real Madrid: como presunto extremo
diestro, irrumpía constantemente mediante movimientos diagonales, en la
frontal del área. Un espacio en banda, que Mario Gaspar se encargaba de ocupar con cada subida lateral. De esta forma, en una jugada que nació desde el sector izquierdo, el propio futbolista del Villarreal se encargó de resolver para hacer el primer y único tanto del
partido. De cabeza y en el área pequeña, quizás no fue el tanto con el que
tantas veces soñó Mario, pero el mismo, se fue cargando de transcendencia con
el paso de los minutos.
España
atacaba, pero también se dejaba atacar. El plan de Fomenko era claro: trabar
cualquier combinación, y desplegar con total verticalidad por cada banda. Desde
ellas, Yarmolenko y Konoplyanka, los dos futbolistas más técnicos de Ucrania, consiguieron
hacer temblar en cada conducción y aparición, el área de España. Y en esas,
apareció De Gea. El guardameta del Manchester United, excelso en cada
intervención, registró un nuevo récord para la Selección: 10 paradas en un
mismo encuentro, algo que no hacía un portero con la camiseta de España desde
el año 2006. Una suma de reflejos tanto por bajo, como por alto, que no solo
mantuvieron el marcador a favor del combinado español. Sino que acabaron evitando una
abultada cuantía de goles en contra.
España no era capaz de frenar cada
contraataque, pero Thiago sí fue capaz de volcar la arena del reloj ucraniano.
En el segundo tiempo, y ya con Juan Mata como interior derecho –entró sustituyendo
a Cesc–, el del Bayern eclipsó cada balón que traspasaba la zona de medios.
Toques rápidos, precisos e incluso alguna conducción que permitiese tomar
oxígeno, supusieron la peor distracción para los de Fomenko. Al fnal, en numerosas
acciones de superioridad, España no fue capaz de aumentar la ventaja durante el
segundo tiempo, en un encuentro que, David y Thiago, en dos alardes de
personalidad, erigieron para resolver como figuras protagonistas de primer nivel. Ambos estarán en Francia. Y están sumamente preparados. Pero para entonces, quedará lo más difícil: dejarles jugar.
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